A veces pienso (si, a veces pienso), en lo bello que es estar junto con la hermandad de la Academia de Teatro. Poder en el recreo tomarse un café, conversar con los hermanos, crear verdaderos lazos de fraternidad.
Si, en el recreo o mejor, el almuerzo. El hermano pelador y farandulero, el hermano acribillado por ello, el piliado, el moderador, el que prefiere carretear en la hora de almuerzo, el 0 aporte, el que te jode por que le gritan en el oído, el que habla de política, el que habla de gustos, de moda, de lo que hace el fin de semana, el poke y el rocker, el pacifista y el bueno para tirar primero la piedra...
Somos nosotros, los hermanos de ésta gran familia, tantos elencos que forman uno solo, el más grande, el que contiene todos los sueños, todas las esperanzas de un mañana en el arte que aprendemos aquí en la Academia de Teatro del Instituto Nacional.
¡Instituto Nacional, Nacional, Nacional, Nacional, Nacional, ATIN!
Tuesday, July 15, 2008
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